Arq. Marco Chacón. 01 de mayo, 2024.

Los parques industriales y de logística representan una gran oportunidad para impulsar un cambio hacia prácticas constructivas más responsables y respetuosas con el medio ambiente. Debemos dar inicio a una transición en donde se dejan atrás los modelos convencionales y abrazamos una nueva visión de desarrollo que integre eficiencia, innovación y compromiso con el planeta.

Eficiencia energética

La eficiencia energética en este tipo de proyectos juega un papel fundamental, aprovechando al máximo los recursos disponibles y minimizando su impacto en el entorno. Desde el diseño de naves con aislamiento térmico para confort de sus usuarios, hasta la implementación de sistemas de iluminación LED y de bajo consumo energético; cada acción cuenta en la lucha contra el cambio climático. Otro punto importante a considerar es el aprovechamiento de fuentes inagotables como la energía solar o eólica, con las que se pueden alimentar las operaciones de estos espacios de una manera limpia y eficiente.

Gestión del agua

El agua es de los recursos más preciados que debemos proteger y conservar. En los parques industriales y de logística es crucial implementar sistemas de recolección y tratamiento de aguas pluviales, así como tecnologías de reutilización de agua; de esta manera podemos reducir nuestra dependencia del suministro tradicional y mitigar la afectación en los ecosistemas acuáticos. Esta conciencia de conservación y de uso responsable del recurso debe prevalecer en todas las áreas del proyecto, desde el riego de zonas verdes hasta sus procesos de producción.

Movilidad sostenible

Otro pilar fundamental son los sistemas de movilidad de quienes laboran en estos proyectos; incentivar el “carpooling” y la instalación de infraestructuras para vehículos eléctricos nos conduce poco a poco hacia la implementación de modelos de transporte más limpios y eficientes. Así como fomentar el uso de la bicicleta y promover la creación de espacios peatonales puede contribuir a la reducción de la huella de carbono de los usuarios, además de contribuir a una mejora en su salud y calidad de vida.

Beneficios económicos y sociales

La gestión responsable de los recursos naturales puede traducirse en ahorros significativos a largo plazo para las empresas y propietarios de los proyectos. Además, al crear entornos de trabajo más saludables y agradables, se mejora la productividad y bienestar de quienes trabajan en estas compañías.